¿Cuál es el origen de la fiesta de cumpleaños?
El cumpleaños probablemente sea la fiesta más celebrada en todo el mundo, pero ¿sabemos de dónde viene esa costumbre?
En la Antigüedad, griegos, romanos o egipcios celebraban el cumpleaños. Hacer fiestas, dar regalos y encender velas en círculo tenían el propósito de honrar a los demonios protectores de las personas y así éstos garantizaban la seguridad del que cumplía años durante el año que empezaba. Esta celebración tuvo lugar hasta el siglo I, cuando aparece el cristianismo y la rechaza por considerarla una costumbre pagana relacionada con la astrología.
En la Antigua Grecia los hombres ricos se juntaban en una especie de clubes, exclusivamente para hombres, donde se celebraban los cumpleaños. Los antiguos griegos creían que todas las personas tenían un espíritu protector al que ellos llamaban daemon que estaba presente el día de su nacimiento y que cuidaba de ellos durante toda la vida. Esta costumbre fue adoptada por los romanos y después adaptada a las creencias cristianas que han llegado hasta la actualidad en las formas de "el ángel de la guarda", "el hada madrina" o "el santo patrón".
Los antiguos astrólogos inventaron un calendario astrológico y calcularon las fechas de nacimiento de reyes, gobernantes y sus sucesores porque creían que el destino de los poderosos podía afectar a la sociedad.
En el Antiguo Egipto la celebración del cumpleaños estaba reservada para los varones de clase alta y, en el caso de las mujeres, solamente para las reinas. El día que el faraón cumplía años se celebraba una gran fiesta en el palacio donde asistían los sirvientes, esclavos, hombres y mujeres libres. Ese día los negocios permanecían cerrados y hasta se ponía en libertad a algunos presos.
En la Antigua Roma los emperadores celebraban grandes fiestas en honor de su propio cumpleaños que incluían circos y combates de gladiadores para disfrute de todo el pueblo. Además, el calendario romano establecía la celebración de los cumpleaños de los dioses y de hombres famosos.
Por otro lado, encender una torta con velas alrededor era una costumbre que también tenían los griegos, quienes llevaban tortas redondas hechas de harina y miel al altar de Artemisa, diosa, entre otras cosas, de los nacimientos.
Con el ascenso del cristianismo, la tradición de celebrar los cumpleaños fue prohibida por completo. Los primeros cristianos, llamados paleocristianos, que habían sido oprimidos, martirizados y perseguidos hasta la muerte, veían el mundo como un lugar duro y cruel en el que no había razón para celebrar el nacimiento de nadie. Por no hablar de la creencia que tenían de que los niños entraban en este mundo con el alma manchada por el pecado original de Adán. En su lugar, se empezaron a celebrar la muerte de los santos.
El cristianismo rechazó esta celebración hasta el siglo IV cuando se cambió la fecha del nacimiento de Cristo, del día 6 de enero al día 25 de diciembre. Este cambio se produjo con el objetivo de acabar con las saturnales, una fiesta pagana muy arraigada en el mundo romano. Estas fiestas se celebraban en honor de Saturno, dios de la agricultura y protector de las cosechas. Tenían lugar del día 17 al día 23 de diciembre cuando acababa (para ellos) el período más oscuro del año y empezaba el nacimiento de un nuevo período de luz o el nacimiento del Sol invictus.
Con el cambio de fecha del nacimiento de Cristo al día 25 de diciembre fueron muchos los cristianos que empezaron a celebrar también su cumpleaños, adoptando así la costumbre antes pagana de hacer tortas y ponerle velas. Eso sí, estas velas representaban ahora la "luz de Cristo".
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