El Muro de Berlín: 1961-1989

Aunque hace tiempo que el muro fue derribado, su recuerdo se mantiene vivo en la memoria de muchos alemanes. Un muro que separó la ciudad de Berlín de la noche a la mañana y que fue llamado por el mundo El Muro de la Vergüenza.

Reparto de Alemania (1945)
Durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial se celebró la Conferencia de Yalta en la que Iósif Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt, como Jefes de gobiernos de la URSS, del Reino Unido y de Estados Unidos respectivamente acordaron el desarme, desmilitarización y partición de Alemania como "requisito para la futura paz y seguridad". Así, el país fue dividido en cuatro zonas de influencia: la parte noroeste para Reino Unido, la suroeste para Francia, la sureste para Estados Unidos y la noreste para la Unión Soviética. 

A pesar de que Berlín quedaba bajo la influencia de la Unión Soviética y debido a la ambigüedad con que se había tratado el asunto de Alemania durante la conferencia, la ciudad tenía una posición estratégica que la hizo apetecible a ojos de los otros aliados. Así pues, las tropas de los países aliados que se habían desplegado allí permanecieron en la ciudad y, aunque Stalin trató de expulsarlos en más de una ocasión, al final tuvo que ceder y aceptar las zonas de ocupación francesa, inglesa y estadounidense a cambio de ocupar los territorios de Turingia y parte del estado de Sajonia, hasta entonces bajo influencia estadounidense. 

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos empezó a ver con temor la expansión de la URSS. Tenían miedo a un contagio revolucionario por toda Europa, algo que no les beneficiaba porque les interesaba mantener la hegemonía económica que habían establecido a través de las ayudas para la reconstrucción del Viejo Continente. Por su parte, la URSS empezó a ver en Estados Unidos un enemigo que podía expandir el capitalismo por Europa. Esta desconfianza mutua se fue acrecentando hasta que en 1948 se produjo la primera crisis entre ambas potencias. Los aliados que ocupaban Alemania Occidental y el gobierno en formación decidieron introducir una reforma monetaria porque la economía occidental alemana se estaba reanimando en parte por las ayudas recibidas del Plan Marshall y podía independizarse de la parte oriental, quien debía pagar la reconstrucción de los países eslavos (Conferencia de Yalta). El viejo Reichsmark se cambió por el Deutsche Mark, impidiendo el intercambio comercial entre ambos estados que hasta entonces había sido vital para las zonas del Este. 

Como contrapartida, Stalin ordenó bloquear todos los accesos terrestres del Berlín occidental, pero Estados Unidos creó un puente aéreo para abastecer a la ciudad y, poco después, se unieron a él los otros estados aliados. Para crear más tensión entre las potencias, los estados aliados rompieron los acuerdos de la Conferencia de Yalta y se unieron creando la República Federal de Alemania (R.F.A.) en 1949. Stalin no tuvo más remedio que poner fin al bloqueo y unos días después anunció la creación la República Democrática de Alemania (R.D.A.) en el Este.

Perímetro del Muro de Berlín
A medida que la Guerra Fría se iba intensificando, las fronteras entre ambos se fue llenando de vallas y soldados. En 1952 se creó una zona de cinco kilómetros a la que sólo se podía acceder con un permiso especial de residencia. Pero, pese a ello, las fronteras seguían abiertas y cada vez eran más los que emigraban hacia la R.F.A debido a su mejor situación económica que aumentaba el Estado del Bienestar de sus ciudadanos.

Había muchos alemanes que vivían y trabajaban en Alemania Occidental, pero se aprovechaban de las condiciones financieras de la Alemania del Este, además había muchos berlineses que compraban en el mercado negro los productos de Alemania oriental porque el cambio de moneda era de 1:5, con lo que la moneda oriental se devaluaba. A esto hay que añadirle que en 1960 cerca de unos 200.000 personas emigraron hacia la R.F.A. de forma definitiva dejando a la R.D.A. al borde del colapso social y económico. A la URSS no se le ocurrió otra solución más que crear un muro que separase ambos lados.

Construcción del muro
Aunque fue una decisión predeterminada, la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, se construyó un muro bajo que siguió construyéndose durante años hasta que alcanzó los 3,6 metros de altura. Medía 115 kilómetros, rodeaba la R.F.A. y estaba fuertemente custodiado por soldados del Ejército Popular, unos 50.000 miembros de las Tropas Fronterizas y 5.000 miembros de la Policía Popular.

El gobierno de la R.D.A. alegó que era un "muro de protección antifascista" cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, y que su construcción era consecuencia de la política de Alemania Federal y sus socios de la OTAN.

Interior Muro
La construcción se mantuvo hasta 1985 para que el muro permaneciese en buen estado. Hacia finales de los años ochenta las instalaciones fronterizas constaban de:

  • Un muro de hormigón de entre 2,5 y 3,6 metros de altura.
  • Un alarma que detectaba el contacto con el suelo.
  • Una barrera de contacto de tela metálica coronada de alambre de espino y alarma de contacto. 
  • Un camino para patrullas con perros policía, barreras antivehículo y antitanque (iluminado por la noche). Su anchura oscilaba entre los 30 y los 500 metros dependiendo de la zona.
  • Torres de vigilancia con proyectores de búsqueda. 
  • Pistas de control, siempre escarificadas, que servían para coger las huellas de los fugitivos. 
Edificio de Bernauer Strasse
La línea que dividía la ciudad pasaba por medio de Bernauer Strasse, es decir, los edificios eran parte del muro. Muchas casas tenían una parte en la R.D.A. y otra en la R.F.A. por lo que centenares de berlineses no dudaron en saltar por las ventanas. Aunque muchos lograron escapar otros murieron por las balas de los soldados que no dudaron en disparar. Enseguida se tapiaron las ventanas y con el tiempo se llegaron a abandonar los edificios. 

La primera fuga desde que empezó la construcción del muro fue la de Conrad Schumann, un soldado del Ejército Popular, de diecinueve años, que saltó la valla el tercer día de su construcción. Schumann aprovechó que en el cruce de Ruppinerstrasse y Bernauerstrasse el muro no era más que una pequeña valla con alambrada. Aprovechando la oportunidad saltó la alambrada y huyó en coche. Su huida fue capturada por el fotógrafo Peter Leibing y la imagen se convirtió en una de las más famosas de la Guerra Fría. 

Conrad Schumann huyendo
Durante los años que estuvo levantado el muro se contabilizaron unas cinco mil fugas hacia el lado Occidental; ciento noventa y dos personas murieron a causa de los disparos al intentar cruzar y cincuenta y siete se fugaron a través de un túnel que construyeron los occidentales entre los días 3,4, y 5 de octubre de 1964. 

El intento fallido más famoso fue el de Peter Fechter, un obrero de la construcción de dieciocho años, que intentó huir junto con su amigo, Helmut Kulbeik, el 17 de agosto de 1962. El plan consistía en esconderse en el taller de carpintería situado cerca del muro para observar el movimiento de los guardias desde allí y poder saltar desde una ventana en el momento adecuado hasta el denominado "corredor de la muerte" (el lugar intermedio entre ambos muros. Recordad que había un muro, la tierra de nadie y otro muro) y corriendo cerca de la pared llegar hasta el muro occidental. 

Peter Fechter
Cuando ya se encontraban arriba del muro los soldados les dieron el alto y dispararon. Helmut tuvo suerte y logró escapar, pero Peter fue alcanzado en la pelvis y cayó en el corredor de la muerte donde agonizó durante unos cincuenta minutos mientras se desangraba y pedía ayuda. 

Ninguno de los soldados que le disparó se acercó a socorrerlo y los soldados americanos, por miedo a que les disparasen, solo le tiraron un botiquín que no sirvió para nada puesto que no podía moverse. Durante casi una hora, los ciudadanos del Berlín Occidental contemplaron impotentes su agonía, gritando a los soldados para que le ayudasen. 

El cuerpo estuvo mucho tiempo expuesto, probablemente como modo de advertencia para quienes tuviesen idea de escapar. Cuando por fin se lo llevaron los vecinos del Berlín Occidental gritaron a los soldados asesinos! y durante los días posteriores se sucedieron las protestas y manifestaciones. 

Berlineses escalando el muro
Tras veintiocho años de existencia, el 9 de noviembre de 1989 se produjo la caída del muro de Berlín. Su caída estuvo motivada por diversos sucesos. En primer lugar la apertura de las fronteras entre Austria (bloque occidental) y Hungría (bloque oriental) en mayo de 1989 produjo que cada vez más alemanes viajasen a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal de Alemania. Esto, a su vez motivó enormes manifestaciones en la R.D.A. que llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989, el gobierno se viera obligado a anunciar que el paso hacia el Oeste estaba permitido. 

Destrucción del muro
Sin embargo, el hecho desencadenante fue la confusión del portavoz del gobierno, Günter Schabowski, en una conferencia de prensa en la que, con el afán de calmar los ánimos de la población, daba a conocer la nueva norma que permitía salir del país sin requisitos previos. Schabowski explicaba los pormenores de la disposición gubernamental, cuando el periodista Riccardo Ehrman le preguntó cuando entraba en vigor la medida. Al no encontrar nada escrito en sus papeles y un poco nervioso contestó: "de inmediato". 

Esa misma noche, miles de personas se agolparon en los puntos de control  para poder cruzar al Berlín Occidental. Una confundida guardia fronteriza que no tenía órdenes precisas de cómo actuar, dejó pasar a los primeros berlineses del Este, quienes fueron recibidos al otro lado (entre abrazos y gestos efusivos de bienvenida) por un grupo de alemanes que habían llegado al lugar enterados por la noticia. 

Reencuentro familias
A la mañana siguiente se empezaron a abrir algunas brechas en el muro y muchas familias y amigos pudieron volver a encontrarse tras veintiocho años de separación. 

En la actualidad la parte más importante que se ha mantenido se encuentra en la zona conocida como East Side Gallery. Allí se pueden recorrer 1,3 kilómetros del muro que está repleto de impresionantes pinturas que reflejan multitud de acontecimientos relacionados con la historia del muro. 

Restos del Muro














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