Washington y la masonería
Entre 1775 y 1783 tuvo lugar la guerra que liberó a las Trece Colonias originales de Estados Unidos del yugo de Gran Bretaña. Tras finalizar la guerra hubo algunos problemas para llegar a un acuerdo entre dichas colonias puesto que cada una luchaba por su independencia y no por un bien común y mucho mayor. Finalmente se llegó a un acuerdo y los principales hombres de Estado de entre todas las colonias, los llamados Padres Fundadores, firmaron la Declaración de Independencia y crearon la Constitución de Estados Unidos.
El nuevo país se establecía sobre un sistema federal en el que se repartían las competencias entre los estados y el gobierno federal, el cual contó con George Washington como primer presidente de la historia americana. Tras los primeros años de dificultad, con Washington se llegó a una relativa calma, lo cual permitió a los hombres de Estado pensar en crear una capital que simbolizase el poder de Estados Unidos. Así, el 25 de junio de 1788, Maryland cedía quince kilómetros de su territorio al Congreso, con el objetivo de crear la sede de la capital.
La construcción de la capital empezó el día 15 de abril de 1791 y estuvo a cargo del arquitecto Pierre Charles L'Enfant, masón como George Washington y la mayoría de los hombres de Estado americanos. La primera piedra del nuevo Congreso fue colocada el 18 de septiembre de 1793. En cuanto a la primera piedra de la Casa Blanca, fue colocada el 13 de octubre de 1792 y la primera piedra del Monumento a Washington fue colocada el dia 4 de julio de 1848. Así de primeras estas fechas no nos dicen nada, sin embargo, la colocación de la primera piedra de estas tres estructuras que conforman el Triángulo Federal fue programada para que cumpliesen la misma condición astrológica: cuando Caput Draconis está en virgo. Esto significa que es un momento propicio para la construcción.
Vamos a detenernos ahora en un hecho bastante enigmático. La primera piedra que se puso en este nuevo lugar fue la de la Casa Blanca. Imaginaos en 1972, multitud de personas esperando para ver la colocación de la primera piedra de lo que sería la casa del presidente. Pedro Casanave (miembro de la logia nº 9 de Maryland) oficiando la ceremonia y colocando la piedra en la esquina suroeste del solar. Aplausos, emoción...y al día siguiente, la piedra ya no está, ha desaparecido y sigue sin aparecer en la actualidad.
Desde entonces todos los presidentes que han habitado la Casa Blanca la han buscado sin resultados. Hoy en día todavía hay muchos que se dedican a buscar la piedra perdida o robada, aunque existen diversas hipótesis sobre que pudo pasar con dicha piedra. La primera de ella cuenta que esta piedra simbolizaba la eternidad del gobierno, así que es posible que los mismos francmasones ocultasen la piedra para que el gobierno de los Estados Unidos durase para siempre.
La segunda cuenta que en 1946 se descubrió una carta que hablaba de la piedra angular. En ella se decía que los francmasones habían colocado la piedra en la esquina suroeste cuando la piedra debió ser colocada en la esquina noroeste. Esta carta llegó a manos del presidente Harry S. Truman que, aprovechando su deterioro, decidió reformar el edificio y después envió piedras a las grandes logias masónicas de los Estados Unidos. Podría ser que estas piedras fueran parte de la piedra angular?
Sea como fuere la piedra desapareció y nunca más se supo de ella. Sólo el tiempo nos podrá decir que fue de ella o quedará como un secreto para siempre.
Comentarios
Publicar un comentario