La Alemania Nazi II: expansión y caída del III Reich
Una vez establecido el III Reich, el siguiente paso era expandir sus territorios. Con todo el poder de Alemania recogido en una sola persona, a partir de 1935 (en contra de lo pactado en el Tratado de Versalles) Hitler empezó a desarrollar un plan de rearme, por lo que, como dije anteriormente, muchas fábricas alemanas comenzaron a trabajar a pleno rendimiento bajando considerablemente las cifras del paro y ganándose el cariño de buena parte de la clase obrera. Además de esto, la Sociedad de Naciones permitió la unión del Sarre al III Reich el 17 de enero de 1935 y un año después, el 7 de marzo de 1936 la Wehrmacht (ejército alemán) entró en la región desmilitarizada de Renania.
Ese mismo año el régimen nazi dio otro importante paso para el adoctrinamiento de las masas al decretar que todo niño mayor de 10 años debería enrolarse en las Juventudes Hitlerianas. Una vez tuvo a Alemania bajo control, Hitler decidió mirar hacia el exterior.
Expansión alemana 1935-1939 |
En 1938 se anexionó Austria, quien aceptó de buen grado la decisión, y también la zona de los Sudetes (Checoslovaquia). El resto del territorio checoslovaco sería anexionado en 1939. A pesar de estar violando el Tratado de Versalles, los restantes países europeos decidieron no intervenir en esta expansión para evitar una nueva guerra mundial.
Aunque no se anexionó ningún territorio, ayudó al bando rebelde encabezado por Francisco Franco en la Guerra Civil Española (1936-1939), con el propósito de probar sus técnicas de aviación nuevas y el nuevo armamento que salía de las fábricas alemanas, y por intereses económicos, puesto que el wolframio, abundante en Galícia, era un mineral preciado por los nazis pues lo utilizaban para el desarrollo armamentístico y en la maquinaria bélica desde los años treinta.
El siguiente paso fue acabar con la mayor humillación del Tratado de Versalles, es decir, la presencia polaca en el corredor de Danzig que partía el territorio alemán en dos. En 1939 firmó un tratado germano-soviético por el que Alemania cedería a la URSS una parte del territorio de Polonia cuando esta nación fuese derrotada, para lo cual la atacó en septiembre de 1939. Con la anexión de Polonia, sus aliados, los británicos y los franceses, no tuvieron más remedio que declararle la guerra a Alemania. Empezaba así la Segunda Guerra Mundial.
Las fuerzas nazis invadieron Dinamarca y Noruega en la primavera de 1940 y, pocas semanas después, vencieron a las tropas de los Países Bajos, Bélgica y Francia. La derrota de Gran Bretaña pudo evitarse gracias a la intervención de la RAF (Fuerzas Aéreas Reales), que rechazaron a la Luftwaffe (fuerzas aéreas alemanas). Entonces Hitler volvió su atención hacia la Unión Soviética. El primer paso fue conquistar la Península Balcánica para proteger el flanco sur. La invasión de la URSS comenzó en junio de 1941 y los ejércitos alemanes no tardaron en llegar a las puertas de Moscú, pero los rusos les obligaron a retroceder en diciembre, quedando atrapados por el frío. Precisamente en diciembre fue cuando los Estados Unidos decidió intervenir en el conflicto.
A partir de 1943 los Aliados (Gran Bretaña, EE.UU., URSS y Francia) inician una campaña de bombardeos aéreos sobre las ciudades alemanas. El 6 de junio de 1944, más conocido como el Día D, los Aliados inician la Operación Ovelord, más conocida como El Desembarco de Normandía, con el objetivo de liberar a Francia de la ocupación nazi. En 1944 Hitler sufre un intento de asesinato por parte de los oficiales alemanes, quienes consideraban que la guerra estaba perdida. Esto se ha conocido como Operación Valkiria. Simultáneamente, los soviéticos inician una gran ofensiva terrestre, la cual expulsa a los alemanes de casi toda la URSS, e invaden los países de Europa central: Rumanía, Bulgaria y Hungría. La ofensiva soviética también se enfila hacia Polonia, pero se detiene a las puertas de Varsovia.
Ante el avance de los Aliados sobre Alemania, Hitler decide dirigir la última etapa de la guerra desde el Führerbunker subterráneo que tenía en Berlín. El 29 de abril se casó con Eva Braun, en una simple ceremonia celebrada en el búnker. El 30 de abril de 1945, después de un intenso combate calle a calle y casa a casa, cuando las tropas soviéticas se encontraban dentro de una o dos cuadras de la Cancillería del Reich, Hitler y Eva se suicidaron. Ella mordió una cápsula de cianuro y él se pegó un tiro. Sus cuerpos fueron sacados por la salida de emergencia del búnker hasta el jardín detrás de la Cancillería, donde, tras ser colocados en un cráter hecho por una bomba, fueron rociados con gasolina y quemados mientras continuaba el bombardeo del Ejército Rojo.
Este fue el sueño de un psicótico que llevó a Alemania a lo más alto, pero no supo mantenerlo y cuando el sueño al fin se resquebrajó no dudó en suicidarse, dejando una Alemania huérfana y destruida por las bombas.
Europa ocupada por el nazismo |
A partir de 1943 los Aliados (Gran Bretaña, EE.UU., URSS y Francia) inician una campaña de bombardeos aéreos sobre las ciudades alemanas. El 6 de junio de 1944, más conocido como el Día D, los Aliados inician la Operación Ovelord, más conocida como El Desembarco de Normandía, con el objetivo de liberar a Francia de la ocupación nazi. En 1944 Hitler sufre un intento de asesinato por parte de los oficiales alemanes, quienes consideraban que la guerra estaba perdida. Esto se ha conocido como Operación Valkiria. Simultáneamente, los soviéticos inician una gran ofensiva terrestre, la cual expulsa a los alemanes de casi toda la URSS, e invaden los países de Europa central: Rumanía, Bulgaria y Hungría. La ofensiva soviética también se enfila hacia Polonia, pero se detiene a las puertas de Varsovia.
Ante el avance de los Aliados sobre Alemania, Hitler decide dirigir la última etapa de la guerra desde el Führerbunker subterráneo que tenía en Berlín. El 29 de abril se casó con Eva Braun, en una simple ceremonia celebrada en el búnker. El 30 de abril de 1945, después de un intenso combate calle a calle y casa a casa, cuando las tropas soviéticas se encontraban dentro de una o dos cuadras de la Cancillería del Reich, Hitler y Eva se suicidaron. Ella mordió una cápsula de cianuro y él se pegó un tiro. Sus cuerpos fueron sacados por la salida de emergencia del búnker hasta el jardín detrás de la Cancillería, donde, tras ser colocados en un cráter hecho por una bomba, fueron rociados con gasolina y quemados mientras continuaba el bombardeo del Ejército Rojo.
Este fue el sueño de un psicótico que llevó a Alemania a lo más alto, pero no supo mantenerlo y cuando el sueño al fin se resquebrajó no dudó en suicidarse, dejando una Alemania huérfana y destruida por las bombas.
Berlín, 1945 |
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